“Dios en la cruz trató a Jesús como si hubiese vivido tu vida, para tratarte a ti como si vivieras su vida” — John MacArthur.
¿Alguna vez te has preguntado cómo te ve Dios?
Yo me he hecho muchas veces esa pregunta y en la Biblia hallé la respuesta:
Si tienes a Jesús, Dios te trata como si fueras Jesús. Esto sucede cuando vives en Cristo y formas parte de su cuerpo, su iglesia (1 Corintios 12:27, 15:22; 2 Corintios 5:17, Romanos 8:1, Gálatas 3:27 y muchos pasajes más)
Dios nos ama y ve como a Jesús.
Antes de morir, Jesús oró por sus discípulos y además añadió lo siguiente:
“Y no te ruego solo por ellos; te ruego también por todos los que han de creer en mí por medio de su mensaje. (…) Como tú vives en mí, vivo yo en ellos para que alcancen la unión perfecta y así el mundo reconozca que tú me has enviado y que los amas a ellos como me amas a mí”. (Juan 17:20,23)
Conocer esto transformó por completo mi vida espiritual. La revelación de quién es el padre de Luke Skywalker se queda infinitamente pequeña en comparación a lo que esta revelación fue para mí: Dios me ama y me trata como a Jesús.
Si caminas en la voluntad de Dios gracias a Su amor, si reconoces que eres un pobre en Espíritu y decides vivir para la gloria de Dios, aunque seas humano y cometas errores de vez en cuando por ahora, Dios te ve como alguien santo y sin mancha (Efesios 1:4, Colosenses 1:2), y la forma en que Dios te ve es más importante que la forma en que la gente te ve.
Dios no tiene opiniones; Él tiene la realidad.
(Lee también: Cristo es mejor que las cosas cristianas)
¿Quien eres en Cristo?
Eres una persona que puede hacer todo lo bueno (Filipenses 4:13). Eres salvo de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2, Gálatas 3:13). Eres alguien nacido de nuevo y el diablo no te toca (1 Juan 5:18). Eres una nueva criatura y no hay nadie como tú (2 Corintios 5:17).
Eres el objeto del amor de Dios y estás cerca de Él por la sangre de Jesús (1 Juan 4:10, Efesios 2:13). De hecho, eres una persona a la que Dios ha amado desde antes de la fundación del mundo (Juan 17:24).
Eres una creación maravillosa destinada para hacer buenas obras que Dios preparó de antemano (Efesios 2:10), y tú estás completo en Cristo, quien es la cabeza de todo principado y potestad (Colosenses 2:10). Estás reconciliado con Dios (2 Corintios 5:18)
Eres bienaventurado, eres la sal que preserva a este mundo, eres una luz que nació para brillar para la Gloria de Dios (Mateo 5:2-16, Efesios 5:8).
Eres aceptado por Dios (Efesios 1:6). Eres libre (Gálatas 5:1, Juan 8:36). Eres justificado tal y como si nunca hubieses pecado (Romanos 5:1).
Y eres… ¡Eres muchas cosas más! (puedes leerlas en la Biblia).
¿Por qué te digo esto?
Bueno, tengo tres razones para hacerlo:
1. La Biblia lo dice y en ella está todo lo que necesitamos saber.
2. Cuando el apóstol Pablo escribía a una iglesia problemática, como la iglesia de Corintios, por ejemplo, el enfoque que Pablo usaba era el siguiente: Recordarle a la iglesia lo que ella es en Cristo (puedes verlo al comienzo de la mayoría de sus cartas). Si tienes a Jesús, quiero que recuerdes quien eres y camines en eso.
3. Esto hará que veas de forma diferente las situaciones que vives y comprendas cada día más a Dios. Lo sé por experiencia. Es algo de lo que hablo en mi ebook (puedes recibirlo como regalo aquí).
C.S. Lewis en su libro “Mero Cristianismo” dice algo muy bueno al respecto en lo que no ahondaré, ya que quiero que lo medites por tu cuenta. Cuando Lewis cuenta que Dios nos trata como a Jesús, él comenta que Dios nos habla y nos enseña a entenderlo, de manera parecida a como una madre le enseña a hablar a su bebé: hablándole como si la entendiera mucho antes de que éste lo haga en realidad. Piensa esto.
Que la verdad del evangelio llene de gozo tu vida, desborde tu ser de agradecimiento a Dios y te impulse a hacer todo para Su gloria.
Recuerda cómo te ve, cómo te ama y cómo te trata Dios, gracias a Jesús.