«Los errores más grandes de la iglesia ocurren cuando la gente honra lo que sus pastores dicen sin examinar esas enseñanzas a la luz de las Escrituras” — John Bryan Chapell
Este post es la tercera y seguramente última parte de una serie breve en el blog sobre algunas manías peligrosas que abundan en muchas congregaciones.
Las dos partes anteriores de la serie son. Te animo a que las leas porque ellas se relacionan mucho con lo que hablaré a continuación y lo complementan.
Hago la serie porque yo tendría que odiar mucho a mi prójimo para callar sobre el tema. También la hago como adelanto a algunos posts en donde, si Dios lo permite, hablaré sobre la importancia de orar bíblicamente.
ACTUALIZADO: Ya está publicado el post sobre lo importante de orar bíblicamente y puedes leerlo aquí.
La intención de todo esto es ayudarte a salir de lo que yo llamo “La Matrix evangélica latinoamericana”.
Hoy te hablaré sobre la moda de arrebatar cosas al diablo.
(Sobre “arrebatar” cosas a Dios, que es algo que también he visto aunque en menor medida que el arrebatar cosas al diablo, sirve exactamente la misma respuesta que di a la manía de “declarar cosas”)
Lo que necesitas saber sobre esa moda.
A pesar de lo mucho que investigué al respecto, no sé exactamente cómo surgió la moda de “arrebatar”, aunque sí sé de donde surgió: Círculos carismáticos-pentecostales que no se toman la Biblia en serio.
Otra cosa que sé, es que la moda de arrebatar se popularizó en los últimos años gracias a una canción “cristiana” de una “cantante profética” muy popular en Latinoamérica.
Recuerdo la primera y última vez que escuché esa canción. Realmente, cuando la escuchas y prestas atención a la letra puedes ver que va dedicada al diablo. ¿Eso es alabanza cristocéntrica? Por supuesto que no.
Sinceramente, no sé qué Biblia se leen las personas que creen en esta moda de «arrebatar». En toda la Escritura nunca verás a un creyente «arrebatando» cosas al diablo. De hecho, en toda la historia de la iglesia, nadie ha creído en eso hasta el día de hoy. Peor aún, no hay ningún versículo en toda la Biblia que justifique esta moda.
Tal vez el único versículo que a algunas personas (muy pocas, a decir verdad) les parece que justifica esta manía de andar arrebatando cosas al diablo es Mateo 11:12. Allí Jesús dice:
“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”
(Versión Reina Valera)
Allí no se habla realmente de arrebatarle nada al diablo. ¡Para nada!
Sin embargo, me tomaré poco algunos párrafos para aprovechar y hablar de forma sencilla un poco más de ese versículo, ya que es uno de los más complicados para muchas personas y ha producido diversas interpretaciones.
Las dificultades se centran principalmente en torno al verbo βιάζεται (bee-ad’-zo), que puede traducirse como sufrir violencia o avanzar con fuerza, el sustantivo cognado βιασταί (bee-as-tace), que se puede traducir como violentos o valientes , y el verbo ἁρπάζουσιν (har-pad’-zo) que puede traducirse como tomar (en sentido favorable) o arrebatar para mal (en sentido desfavorable).
Algunos expertos, como William Hendriksen, afirman que una mejor traducción de ese pasaje diría: “… el reino de los cielos está avanzando vigorosamente y hombres ávidos se están apoderando de él”, traduciendo los verbos en un sentido favorable (Comentario de Hendriksen a Mateo, página 367, nota al pie de página).
La traducción TLA dice:
“… el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él”
Por otro lado, otras traducciones dicen algo muy similar a lo afirmado por la traducción Reina Valera, tomando los verbos de la oración en sentido pasivo o desfavorable:
- “… el reino del cielo ha venido avanzando con fuerza, y gente violenta lo está atacando” (NTV)
- “… el reino de los cielos es objeto de violencia y los violentos pretenden arrebatarlo” (BLPH)
Ahora, explicando el contexto y el versículo:
Jesús se encuentra hablando de Juan el Bautista y dice que desde sus días (los de Juan) hasta ahora, el reino de los cielos avanza a pesar de la oposición que tiene y mucha gente está tomando las bendiciones del reino.
Por esto Jesús no se refiere a cosas materiales, de salud, finanzas, prestigio entre la gente o familiares, sino a lo que en verdad es el reino, porque “el reino de Dios no consiste en lo que se come o en lo que se bebe; consiste en una vida recta, alegre y pacífica que procede del Espíritu Santo” (Romanos 14:17 BLPH).
Y según otras traducciones, como hemos visto, Jesús habla de la oposición que ha tenido la predicación de Juan y el ataque al reino de los cielos por parte de violentos que pretenden “arrebatarlo” (en un sentido de tomar o destruir, o de tratar robarle a la gente la oportunidad de disfrutarlo).
Es posible que Jesús se esté refiriendo a ambas cosas, ya que ambas cosas son ciertas: Desde los días de Juan el Bautista, hay gente que está tomando posesión de la salvación que Dios en su gracia y misericordia concede, y hay también personas que están en contra de esa verdad.
¡Aquí no se habla nada de arrebatarle cosas al diablo!
Sí, es una manía peligrosa.
¿Qué tiene de malo “arrebatar” cosas al diablo? Estas son algunas de las muchas cosas que se me vienen la mente:
“Arrebatar”…
- Es negar la autoridad de Dios, Su Palabra y la verdad de que en Él, no en el diablo, tenemos todo lo que necesitamos.
- Es síntoma de una fijación extraña entre muchos círculos “cristianos” con respecto al diablo y lo “sobrenatural”.
- Ha dado pie a un montón de mentiras y herejías que enseñan que Dios quiere para nosotros una vida “exitosa y prospera” aquí en la tierra, y que el diablo quiere que seamos pobres (y esto es muy distinto a lo que enseña la Palabra de Dios).
- Fomenta más distorsiones de las enseñanzas de la Biblia.
- Muchos falsos maestros cobran por arrebatar cosas, o hasta hacen talleres y cursos para enseñas a arrebatar.
- Esta falsa moda también sirve de base para que muchos «cristianos» digan que la gente que está atravesando momentos difíciles, están allí porque no tienen fe cuando «arrebatan» y por andar en pecado… Según esa lógica dañina y errada que hiere a muchas personas, entonces todos los apóstoles de Jesús eran hombres sin fe. ¿Ves lo grave de este error y un gran daño que hace al servir de base para juzgar a mucha gente injustamente y desanimarlas en la fe?
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El antídoto para la manía.
“No tengo nada que arrebatarle al diablo porque mi vida, mi salud y mis circunstancias no están en sus manos sino en las de Dios”
— Miguel Nuñez
Nada de lo que acontece en la vida de un cristiano se escapa de la voluntad de Dios (Romanos 8:26-28). Si tenemos a Cristo, tenemos todo lo que necesitamos porque en Él está toda la plenitud de Dios (Colosenses 2:9). Dios nos ha hecho de Él y Él cuida de nosotros (Mateo 6).
Es necesario que tengamos una visión clara de la soberanía de Dios por encima de todas las cosas, y la única forma de tener esa visión es conociendo la revelación especial de Dios en Su Palabra. No la menospreciemos.
Sabemos que no necesitamos arrebatarle nada al diablo cuando sabemos que todo lo que nos pasa, lo que nos quitan, o lo que recibimos en la vida, es orquestado por Dios para hacernos más cómo Jesús y hacer de nosotros testimonio de que Cristo vale más que todo lo demás (Romanos 8:28-29, Filipenses 3:18).
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