(Si quieres leer la segunda parte, haz clic aquí)
Este año que está terminando ha sido el mejor de mi vida.
Siguiendo la tradición que inicié con mi post del año pasado, ahora compartiré contigo 100 lecciones de las muchas que Dios por misericordia me ha permitido aprender (y reaprender) este año.
Este post es solo la primera parte del post (50 lecciones) porque aunque todo lo que te diré está resumido, no quiero que este texto sea muy largo para que lo leas rápido.
¿Me acompañas?
1.No des tantas explicaciones porque tus acciones lo hacen por ti.
2. Son más las cosas que tienes que desaprender, que las que tienes que aprender.
3. Una cosa es aconsejar a las personas y otra cosa es jugar a ser el Espíritu Santo.
4. Que tus prejuicios no te impidan ver las diferentes formas en que Dios puede sorprenderte.
5. Desecha la idea de que te entiendes completamente. Solo Dios entiende a las personas.
6. Jesús no te enseñará algo valioso si eres orgulloso.
7. Dios siempre te dará más de lo que esperas, pidas, o quieras, si tienes fe.
8. La vida de otros son un ejemplo de varias cosas, pero Dios quiere que examines tu propia alma.
9. La vida cristiana en la tierra no es una vida de comodidad. La “incomodidad” nos acerca a Dios.
10. Hay un propósito detrás de cada problema.
11. No dejes que Internet consuma tus días.
12. Cuando Dios te de una visión, espera y la verás hecha realidad.
13. No escuches consejos de personas mientras esperas la luz de Dios.
14. Nacer de nuevo en Jesús es un permanente y eterno comenzar. Si tienes a Dios, ser feliz es natural.
15. Acuérdate de las cosas buenas que Dios recuerda de tu relación con Él.
16. El sermón del monte significa reducir todos tus intereses hasta que todo tu ser se enfoque en Jesús.
17. Cuando mires a Cristo, todas tus dificultades se esfumarán.
18. Espera siempre lo mejor y no lo simplemente bueno.
19. Dios siempre está en las cosas cotidianas. Nada ocurre por casualidad en tu vida.
20. “Santificación” es que tienes un creciente parecido familiar con Jesús.
21. El mejor plan para tu vida es dejarte sorprender por Dios.
22. No permitas que se muera de hambre tu imaginación.
23. Debes ir a la fuente de Dios para poder darle amor a las personas que te rodean.
24. No dejes que tu gozo de oír a Dios se empañe por la vergüenza de haber tardado tanto en hacerlo.
25. El desanimo es el amor propio desilusionado (y ese amor puede ser a tu devoción y no a Dios).
26. Tu capacidad para vivir a la altura que Dios espera, proviene de Él y de nadie más.
27. Dios a veces te pedirá que haga tareas simples: Aquellas en donde no creíste que Él estaría.
28. No pienses en las oportunidades que has perdido. Levántate y haz lo siguiente con Dios.
29. No estereotipes a la gente.
30. Dios quiere el primer lugar en tu vida y todo a tu alrededor pretende hacerle la competencia.
31. No eres tan sabio como algunas personas pueden creer, así que no tienes que complacerlas siempre.
32. Dios te quiere como si fueses la única persona de la tierra (Lucas 15:1-7).
33. Tienes permiso para perder la compostura por Dios. No le des importancia al qué dirán.
34. Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
35. “Las muchas horas con Dios, hacen efectivas las pocas horas con los hombres”. Joyce Meyer.
36. Si eres hijo de Dios serás uno con Él pase lo que pase, porque Jesús pidió eso (Juan 17).
37. Dios no saca a relucir cosas buenas en tu corazón. Él las coloca allí.
38. Estás viviendo la época que quisieron vivir todas las personas de Dios del Antiguo Testamento.
39. Ten cuidado de los vagos que se quieran aprovechar de ti (1 Tes 3:6).
40. Acepta todas las cosas que te regalen (siempre y cuando no sean algo malo).
41. La vida de fe es una vida de perseverancia todos los días.
42. Siempre tendrás un motivo para adorar, tener paz, y dar gracias a Dios: Juan 3:16.
43. La trampa más peligrosa es el “éxito” espiritual.
44. Esfuérzate al máximo, te sientas inspirado o no.
45. De la prisa solo queda el cansancio.
46. La entrega a Dios significa que no te permites el lujo de hacer preguntas.
47. Lo que importa no es lo que haces, sino cuanto amor le pones a lo que haces.
48. La oración continua te permite discernir los pensamientos de Dios.
49. No te niegues a ser lo suficientemente sencillo.
50. Una persona que ha caído, lo hace porque tiene mucho peso encima. No es tu tarea juzgarla.
… Y esto ha sido la primera parte de este megapost. Espero que algo te haya servido de bendición, pues tú y yo somos bendecidos para bendecir.
Haz clic aquí para leer la segunda parte.
Si este post te ha gustado, por favor compártelo en Facebook y Twitter para que más personas lo lean. :)
Por último: ¿Has aprendido algo este año? Te invito a que dejes tu comentario aquí o en la segunda parte del post. Estoy seguro que lo que has aprendido será útil para alguien más.