Dios no quiere que desperdicies la vida que Él te dio para que conozcas que Él es mejor que la vida (Salmos 63:3). Yo tampoco quiero que tires tu vida a la basura. Sin embargo, si la llegas a desperdiciar, estas son algunas de las razones por las cuales lo harás.
1. Ves mucha televisión. No hay forma más fácil de perder el tiempo que viendo TV. Lo que ves en televisión con frecuencia atrofia tu capacidad de gozo en cosas más grandes. Lee también: 5 razones para no ver televisión.
2. Estás más pendiente de juzgar a los demás que en ser útil (y te comparas demasiado con otras personas). Cuando juzgas a la ligera a los demás y te comparas con otros, olvidas vivir tu vida como Dios quiere que lo hagas. Está bien que veas en otras personas un ejemplo a seguir y ejemplos de qué no seguir, pero Dios está más interesado en que mires a Cristo. Lee también: Una lección sobre no juzgar a la ligera, ¿Qué dice la Biblia sobre juzgar y por qué es tan importante saberlo? y El Charles Spurgeon de esta generación.
3. Eres un adicto a las redes sociales. Hoy son más las personas usadas por las redes sociales, que las personas que usan las redes sociales. Te invito a leer aquí mis 10 resoluciones al usar las redes sociales para que las hagas tuyas.
4. No estableciste buenos hábitos en tu vida. La mayoría de la gente no es inteligente e intencional con qué clase de hábitos establecen en sus vidas o permiten que se establezcan. En realidad, debemos ser muy cuidadosos con eso. Uno de los hábitos que más necesitamos es el de leer la Biblia a diario y orar con mucha frecuencia (cuanto más ores, más sabrás por qué es importante hacerlo). También te animo a hacer todos los días una cosa buena por alguien que no pueda pagártelo.
5. Haces de todo, excepto lo que naciste para hacer. Esto es importante que lo sepas: De nada te sirve hacer un millón de cosas al día si no haces lo que Dios quiere que hagas. Conocer esto es el secreto de la productividad. Por cierto, hace tiempo escribí un breve artículo sobre cómo descubrí mi vocación y sobre como tú también puedes descubrir la tuya. Entra aquí para leerlo.
6. Solo piensas en dinero y aplausos. Los aplausos son la cosa más efímera en todo el mundo. No vivas para ellos. El dinero también es así. Piénsalo: Cuando mueras, no podrás llevarte tu dinero a donde vayas. Así que vive para algo más grande y más importante que eso. El dinero y la fama jamás llenarán tu vida como Dios sí puede hacerlo.
7. Pocas veces aplicas las cosas buenas que aprendes. ¿Recuerdas lo que te dije sobre ser intencional con los hábitos que tienes? Bueno, también tienes que ser intencional con todo lo bueno que aprendes y que está conforme a la Palabra de Dios. Conocimiento sin aplicación no sirve para nada. Por eso Pablo le escribe a la iglesia en Filipos: “Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros” (Filipenses 4:9).
8. No usas bien tu cerebro. Jesús dijo que el gran mandamiento es el siguiente: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37, énfasis añadido). El apóstol Pablo también escribió esto a la iglesia en Filipos: “… todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).
Es importante pensar en la principal razón por la que tenemos un cerebro en nuestros cráneos: Dios (Romanos 11:36). Lamentablemente, hoy en día la gente piensa en todo menos en lo que es digno de tener importancia en nuestras mentes. Piensa correctamente en Dios y verás como Él usará lo que piensas para afectar toda tu vida para Su Gloria. Medita la Palabra de Dios (Aquí te explico qué la diferencia de todos los otros libros). Apréndela, y recuerda: Si no estás aprendiendo lo que Dios quiere que aprendas, la culpa no es de Él (Lee más sobre eso aquí).
9. Crees que tu vida se trata de ti. Ser egoísta es una forma segura de desperdiciar tu vida. Una de las mayores revelaciones que podemos tener es la siguiente: Nuestras vidas no se tratan de nosotros… en realidad se tratan de Dios. Fuimos hechos por Él y para Él, y cuando vivimos de esa manera, eso se reflejará en amar a las personas a nuestro alrededor (En mi ebook “Conociendo a Dios Every Day”, en el penúltimo capítulo hablo sobre eso. Descárgalo gratis aquí).
Los mandamientos de nuestro creador, más que ser una lista con un montón de cosas que no debemos hacer, en realidad es una lista con una sola cosa que nacimos para hacer: Amar (Gálatas 5:14, Marcos 12:28-34). Y sin Jesús no podemos amar como nacimos para hacerlo (Juan 15:5, Romanos 5:5).
10. Fuiste muy orgulloso como para no mirar a Dios y conocer Su Palabra. Todas las razones anteriores por las que la gente desperdicia sus vidas, tienen su raíz en esta razón… John Piper da en el blanco cuando dice: «Es mejor perder tu vida por Jesús que desperdiciarla». Y es que Jesús vale más que todo lo demás (Colosenses 2:9).
¿Qué otra razón añadirías a esta lista? Te animo a escribirla en un comentario abajo.
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